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Juan Ramón Rallo desmonta el Marxismo

29 de enero de 2023
Juan Ramón Rallo Anti-Marx
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Karl Marx ha sido posiblemente uno de los pensadores más influyentes de la historia. Sus ideas han trascendido la economía y actualmente todavía son muchos quienes apoyan sus teorías sobre principios marxistas. El economista Juan Ramón Rallo ha escrito un libro titulado Anti-Marx (Editorial Deusto, 2022) para criticar la economía política marxista desde el rigor intelectual en el que ha sabido explicar por una parte las teorías de Marx dispersas en toda su obra para ir desmontando a continuación todos y cada uno de los errores del Marxismo.

 

¿Por qué es importante seguir rebatiendo a Marx a estas alturas? 

 

El Marxismo no controla hoy ningún gobierno occidental pero sí influye en la ideología de gran parte de los ciudadanos. Probablemente entre el 10% y el 15% de los ciudadanos de cualquier país occidental sea marxista o tenga una afinidad muy fuerte con el Marxismo. Es una idea que no ha terminado de morir 150 años después de que fuera escrita. En ese sentido, socialmente hay una tarea que hacer que es exponer y refutar un conjunto de ideas que son erróneas en las que la gente sigue pensando y que además son muy peligrosas para la prosperidad, la convivencia y la preservación de la libertad. Por otro lado, está el cometido estrictamente académico-económico, que es el interés que suscita una teoría económica que es muy opuesta a la predominante pero que sigue contando con muchos seguidores aunque no en la academia económica pero sí hay muchos universitarios que compran esta teoría. Al principio del libro cito a Bujarin que viene a decir que cuando refutamos las ideas del contrario también afilamos nuestras propias ideas así que en el libro también hay un ejercicio de replantear la teoría del valor subjetivo y la defensa del capitalismo a través de la crítica. 

 

¿Es un libro que se limita a la crítica económica?

 

Efectivamente. Aunque adyacentemente hay críticas históricas al Marxismo sobre todo en aquellos ámbitos que son cruciales para su teoría económica como la acumulación originaria que es una teoría histórica de Marx de cómo surgió el Capitalismo y eso sí lo critico desde un punto de vista histórico con cierto detalle porque es necesario. También me meto en algunas manipulaciones históricas que acomete Marx tomando como referencia las actas de los inspectores de trabajo ingleses para mostrar  en El Capital cuáles eran las condiciones de vida de la clase trabajadora. Pues hay evidencia ya desde finales del siglo XIX -y yo lo recupero aquí- de que Marx tergiversó estas actas si contrastamos lo que realmente decían y lo que él escribía. Hay algunas referencias históricas e incluso filosóficas pero el libro es fundamentalmente económico porque el Marxismo es una teoría cuyo núcleo es económico. Este libro también tiene como objetivo mostrarle a toda esta otra gente fuera del área económica que el núcleo del Marxismo es incorrecto y que, por tanto, todas las derivaciones que se hagan a partir de ese núcleo económico también lo serán. 

 

Según Reagan “un comunista es alguien que ha leído a Marx y un anticomunista es alguien que ha entendido a Marx”. ¿Es necesario leer a Marx? De hecho divides tu obra en dos tomos y en el primero explicas a Marx.

 

Aunque es verdad que hay mucha gente que cita a Marx sin haberlo leído también ocurre en general por ejemplo en el liberalismo pero yo no estoy muy de acuerdo con esta cita porque creo que es un exceso entender que la academia marxista, por equivocada que esté, no ha entendido a Marx. Hasta cierto punto yo he entendido a Marx leyendo también a intelectuales marxistas que a mi juicio sí han entendido muy bien a Marx. Pero sí, el primer tomo está dedicado a explicar a Marx por dos motivos: El primero porque Marx escribe tanto y tan disperso que no existe un texto único de referencia, ni siquiera El Capital, y al final me he tenido que leer los 50 tomos de las obras completas de Marx y Engels para obtener una visión completa. Hay un ejercicio de reconstrucción del pensamiento de Marx que no han hecho mucho  porque sí hay resúmenes de El Capital y de otras obras pero no hay muchas obras que hagan un resumen completo de toda la producción de Marx a lo largo de su vida. El segundo motivo es que dado que Marx es ambiguo no tiene mucho sentido criticar a Marx sin exponer antes qué entiendo sobre Marx.

 

Dedicas el segundo tomo a los errores de sus teorías, ¿cuál te parece el más grave?

 

Hay varios. En el libro cito dos más allá de su concepción de la libertad, que es un error muy peligroso. Uno es el desprecio al comercio que ve como una fuerza alienante que nos anula como agentes y que no nos deja desplegar nuestros proyectos de vida. Incluso considera al mercado como como ente irracional para la planificación, para la organización económica productiva y distributiva de una sociedad. Claramente ahí Marx no está entendiendo el mercado como un sistema complejo donde centenares de millones de personas se coordinan descentralizadamente entre sí para, cada cual buscando su propio bienestar, alcanzar una especie de bienestar general consensuado. Aquí quizá se deja entrever un contraste entre la idea hayekiana de Nomocracia, de un orden social en el que no hay un fin superpuesto a todos los individuos, sino que son básicamente ajustes bilaterales o multilaterales entre unos y otros, y también la idea hayekiana de Teleocracia, una sociedad que se dirija a un fin específico y al que todos los demás se tengan que subordinar porque ese es el fin al que todos debemos dirigirnos. Marx cree claramente que la sociedad debería ser teleocrática y por eso tilda el mercado de irracional. Porque para Marx nadie domina el mercado, ni siquiera el propio mercado. No marca un rumbo racionalmente escogido entre todos hacia el que dirigirnos. Y, claro, Marx se pregunta cómo vamos a organizarnos socialmente sin que nadie marque el rumbo o dejándonos condicionar por una fuerza exterior aleatoria que nadie ha pensado cabalmente. Y ese es un error muy grave porque de ahí surgen los problemas del socialismo con el cálculo económico. Marx no termina de entender la dificultad del conocimiento disperso en sociedad y la labor absolutamente fundamental que hace el mercado, tanto para revelar esa información dispersa como para integrarla y como para coordinar en términos pacíficos y voluntarios a los individuos entre sí a la hora de producir y distribuir bienes económicos. 

 

Y otro error, quizá más enfocado a su teoría de la explotación, es que Marx no da ninguna relevancia a la financiación en la actividad productiva pero Marx olvida que hay una condición productiva que es indispensable y universal, que no se puede producir de ninguna manera sin ella, que es la financiación. La financiación como provisión de espera y como asunción de riesgos. Cualquier proceso productivo, cualquiera, incluso los más simples, implican esperar a que el proceso productivo termine y supone a su vez, ciertos riesgos de que el proceso productivo fracase. No se puede producir sin esperar y sin asumir riesgos, hasta cierto punto podríamos decir que es consustancial al acto de trabajar. Quien trabaja produciendo para el futuro asume riesgos y tiene que esperar a concluir. Lo característico de la sociedad capitalista es que esa financiación se puede externalizar. El productor directo, el trabajador, no tiene por qué ser el que espera a que concluya la producción fruto de su trabajo, ni tampoco tiene por qué ser quien asuma los riesgos. ¿Qué pasa si un trabajador fracasa a la hora de producir algo? ¿Quién asume esa pérdida? Esa función es la del capitalista en su sentido más puro y lo que es absurdo es que si alguien está transfiriendo esa espera y riesgo a un tercero y no cobre nada. Lo que Marx está diciendo es que si ese tercero cobra algo por soportar la espera y el riesgo te está explotando cuando más bien sería al revés si no se le pagara nada.

 

Precisamente estas dos ideas sí que están muy arraigadas socialmente…

 

Sí, son ideas que sí nos ha legado el Marxismo. Para Marx las ideas predominantes son simplemente la superestructura de las condiciones materiales. En ese sentido, muchos marxistas piensan que estas ideas de que el trabajador es explotado por el capitalista son ideas que surgen realmente de la progresiva toma de conciencia sobre el capitalismo de los trabajadores. Los trabajadores están explotados y poco a poco se van dando cuenta de esa explotación y, de hecho, esa elevación de la conciencia proletaria es lo que va acercando lo que podríamos llamar las condiciones objetivas de la revolución. Cuando el capitalismo objetivamente ya ha llegado a su a su punto más maduro y los trabajadores se den cuenta en toda su extensión de la explotación capitalista llegará la revolución socialista.

 

Yo en el libro planteo otra posibilidad que creo que es más razonable y es que esta percepción social de que el trabajador es explotado por el capitalista, simplemente por el hecho de tener un beneficio aunque el trabajador tenga unas condiciones de trabajo excelentes y esté cobrando un millón de euros al mes, no creo que sea una idea que se desarrolle naturalmente en sociedad sino que se ha popularizado por el análisis marxista de ese tipo de relaciones. Y esto significa que en parte las relaciones materiales se han visto modificadas por una ideología perversa o equivocada. Una ideología que en lugar de introducir armonía, lo que introduce es odio. Es esa animadversión entre las partes. De hecho el propio Marx, como comento en el libro, habla de la necesidad de “envenenar” las relaciones entre trabajadores y capitalistas. Marx es quien emponzoña esa relación no porque sea inherentemente explotadora o asimétrica y mala sino porque el movimiento marxista envenena continuamente, desde la política, los movimientos obreros y la academia, la visión que tienen los trabajadores del capitalismo. Eso hace que el trabajador vea al capitalista como a un enemigo en lugar de un aliado.

 

Habiendo estudiando la obra de Marx a fondo… ¿tuvo algún acierto?

 

Los aciertos que puede tener Marx son más por generalidades que no dicen mucho más que por aciertos específicos. No se ha cumplido ninguno de los pronósticos que hizo Marx y, de hecho, los marxistas para justificar estos errores predictivos tienen que apelar a que todavía no ha llegado el momento o a reformularlos. Por ejemplo, en el tema de los salarios Marx pronosticaba una depauperización de la clase obrera y esa depauperización no se ha dado sino todo lo contrario porque la clase obrera se ha enriquecido de manera muy sustancial con respecto al siglo XIX. También se ve muy claramente en su pronóstico de revolución. Marx y Engels estuvieron pronosticando que la revolución iba a llegar cada década de su vida y ya en uno de los últimos textos de Engels escribió que tal vez se habían precipitado porque la revolución no había llegado. Que un método para interpretar, supuestamente, el curso indefectible de la historia te lleve a errores sistemáticos tan importantes debería hacer reflexionar sobre la calidad de ese método o al menos sobre su potencia. Yo sí conocía las ideas de Marx pero no con la precisión de ahora y si bien no he encontrado nada demasiado aprovechable sí he encontrado un Marx mucho más sólido de lo que pensaba. La persona que no lo haya leído en profundidad, y creo que eso le ha pasado a algunos  liberales que tenían una visión muy simplista de Marx, que tras leer el primer tomo han llegado a la conclusión de que estamos ante un pensador con mucha enjundia, muy profundo y muy coherente internamente. De ahí, probablemente, su éxito entre tantos sectores de la población. Alguno incluso me ha dicho que después de leer el tomo uno se ha hecho casi marxista y yo por eso aconsejo leer también el tomo dos. 

 

Pero si la pregunta es qué voy a incorporar del Marxismo a mi bagaje personal quizá sólo me quede algo en cuanto a enfoque. Por ejemplo, para quienes somos subjetivistas puede ser útil exponer que tanto el punto de vista material como el subjetivismo afecta a la coordinación económica. Porque es verdad que no llegamos a exponer cómo se modifica el equilibrio en función de la subjetividad de las personas como por ejemplo la preferencia temporal modifica la estructura productiva. Ocurre lo mismo respecto al riesgo, al valor cuando las economías de escala son no constantes, etc. Y luego quizá otra idea marxista interesante es la distinción entre forma social y contenido material, aunque tampoco es exclusiva del Marxismo. Pero más allá de esto sinceramente creo que no mucho más.

 

Lo que sí va ser útil va ser leer tu libro, ¡pero los dos tomos!

 

Hay gente que me ha preguntado si pueden leer solo el segundo pero hay que leer ambos: el primero sin el segundo es peligroso y el segundo sin el primero es reduccionista.

 

¿Es el libro más importante que has escrito hasta ahora?

 

Yo creo que sí, desde luego es el que más tiempo me ha llevado. Cuando termino un libro siempre estoy muy orgulloso pero en este caso creo que es así por extensión, detalle o referencias bibliográficas.

 

Es uno de esos libros que no pueden faltar en una buena biblioteca.

 

Hay que decir que el diseño, más allá del contenido, ha quedado muy bien y le da más valor al libro. Además yo creo que el fondo es relevante porque es un libro tanto para leer como para consultar.

 

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