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Manuel Domínguez: “Debemos reducir la carga tributaria y el exceso de normativa”

4 de mayo de 2023
dominguez
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¿Qué balance hace de los últimos cuatro años en Canarias?

Lo podemos resumir en que la población de Canarias es hoy más pobre de lo que era el día en que llegaron al actual Gobierno regional los miembros del denominado “pacto de las flores”. Si atendemos a la evolución del PIB per cápita, el mejor indicador de la calidad de vida de los canarios, en este periodo se ha visto notablemente reducido, al incrementar su diferencia negativa respecto de la media nacional y europea. Si a este dato le sumamos el desmesurado crecimiento de la inflación, la pérdida de poder adquisitivo que los canarios han sufrido, que es muy superior al de otras regiones, y añadimos que no podemos justificar esta realidad tan adversa únicamente en la sucesión de acontecimientos tales como la pandemia, ya que otras regiones han recuperado los ratios económicos previos a este periodo, lo cierto es que la incapacidad de gestión del actual Gobierno de Canarias nos mantiene sumidos en un crecimiento testimonial. En términos de volumen de producción, el PIB real de Canarias en 2022 sigue siendo en torno a un 6% inferior al existente en 2019, de modo que resulta flagrante el engaño que el actual Gobierno pretende imponer a los canarios afirmando que el PIB “nominal” actual es, al fin, superior al existente antes de la pandemia, cuando tal referencia basada en la actualización de los precios de los bienes y servicios es únicamente resultado del incremento producido por la inflación, escondiendo el hecho de que hoy, en Canarias, no se genera aún la misma riqueza que en el año 2019 en términos de producción. Un gobierno que deja a Canarias con unos datos de generación de riqueza y de PIB per cápita inferiores a los que tenía cuando llegó en 2019, necesariamente merece un suspenso.

A su juicio, ¿cuál cree que es el principal problema económico de las Islas?

El desempleo, con las múltiples consecuencias que de ello se derivan. En el Partido Popular estamos convencidos de que la mejor política social es el empleo, solo mediante la generación de empleos de calidad se puede ofrecer a la sociedad canaria la posibilidad de desarrollar sus proyectos de vida de forma autónoma y en libertad. La ausencia de empleo genera una dependencia permanente de las ayudas de instituciones públicas, que a su vez ven mermada su capacidad de destinar fondos a aquellos segmentos más relevantes de la gestión autonómica, como son la educación o la sanidad, que no olvidemos que Canarias tristemente lidera los peores ratios del índice nacional de listas de espera, tanto en tiempo medio de espera como en porcentaje de citas. Asimismo, la ausencia de creación de empleo frente al incremento de pensionistas, provoca un desequilibrio entre ingresos y gastos por este concepto que pone en serio riesgo el cumplimiento de nuestras obligaciones con quién más lo merecen, unas pensiones que no olvidemos representan actualmente cerca del 40% del presupuesto total de la Comunidad Autónoma de Canarias.

A principios de este siglo, Canarias había logrado converger en PIB per cápita con el resto del territorio nacional, pero en los últimos años se ha agudizado el rezago. ¿A qué es debido? ¿Cuál cree que sería la principal política pública a implementar para revertir esta situación?

Desafortunadamente, en estos últimos años se ha generado una brecha entre el poder adquisitivo de los canarios y las medias nacional y europea cuya diferencia no para de crecer. Principalmente, como consecuencia de la combinación de dos factores: un aumento permanente de la población de las Islas Canarias, porcentualmente más del doble de la población española, y la concurrencia de una reducción de la capacidad de generar riqueza, de producción de bienes y servicios, con el consecuente descenso drástico del PIB regional. Cuando esto ocurre, la aplicación de una política fiscal expansiva, de reducción de impuestos y aumento del gasto público disponible, suele tener un efecto positivo, si bien se encuentra frontalmente en la actualidad con el problema de la posible generación de una mayor inflación. En cualquier caso, esta realidad de Canarias nos obliga a evaluar la implementación de políticas tendentes a inducir el crecimiento económico y el acceso al empleo por parte de esta población creciente. Es por ello que debemos incidir en facilitar el desarrollo de nuestros autónomos y empresas, desahogando su carga fiscal y agilizando cualquier gestión administrativa cuya burocracia obstaculice su progresión, pues es la iniciativa privada la verdadera responsable de generar riqueza, y con ello, el aumento de la demanda de empleo.

La productividad lleva estancada en las Islas casi tres décadas, sin embargo, merece poca atención por parte de los políticos, medios y académicos. ¿Qué importancia le da a la productividad? ¿Cree que se podría hacer algo para colocarla en guarismos aceptables?

Sin duda, la productividad se ha convertido en el gran problema estructural de nuestras islas, el cual es fruto de la concurrencia de múltiples factores, muchos de los cuales responden a la necesidad de adaptarnos a la evolución de las nuevas tendencias de la economía global y a las sucesivas crisis que hemos sufrido en este siglo. No obstante, los gestores políticos no podemos eludir nuestra responsabilidad como administradores de los servicios públicos en la evolución de esta realidad, debemos ser los primeros en realizar autocrítica y evaluar nuevas políticas que permitan revertir esta situación. En nuestro caso hemos elaborado un amplio catálogo de posibles soluciones que hemos incorporado a nuestro “Plan para Gobernar”, que podríamos resumir en las siguientes medidas: reducir la carga tributaria sobre particulares y empresas, como medida de fomento de la dinamización económica; simplificar la burocracia administrativa y reducir el exceso de normativa sectorial, eliminando cualquier obstáculo a la iniciativa privada, facilitando las inversiones e impulsando la inmediata llegada de fondos públicos al tejido productivo; apoyar la formación de talento humano adaptado a la nueva realidad económica y a la demanda real del mercado, como objetivo principal para mejorar la productividad de nuestra economía y la empleabilidad de los canarios; aprovechar el potencial fiscal propio de nuestro REF para incrementar la competitividad de nuestras empresas y la atracción de inversores que desarrollen nuevos sectores.

Numerosos sectores de nuestra economía deben su sostenibilidad económica a las subvenciones. ¿Qué límite deben tener estas ayudas?

Canarias es un territorio en el que históricamente la inversión del sector público ha tenido un peso sustancial en el desarrollo de nuestras islas. Una gran parte de los ingresos destinados a subvenciones provienen no solo de la administración regional sino también del estado y en gran medida de fondos de desarrollo regional y social europeos, que han permitido la subsistencia de sectores tan relevantes como el agrario y la pesca. No obstante, si queremos garantizar la subsistencia de determinados sectores y la sostenibilidad del sistema, las subvenciones deben estar encaminadas a garantizar su productividad, un equilibrado retorno de la inversión pública en cuanto a generación de riqueza. En este sentido, y continuando con el ejemplo del sector agrario, políticas de consumo de kilómetro 0 de nuestros productos en la desarrollada hostelería canaria son el tipo de medidas que contribuyen decididamente a su sostenibilidad.

¿Es partidario de reducir el impacto de impuestos como el AIEM?

Soy absolutamente partidario de reducir con carácter general la carga de la tributación indirecta en Canarias, que con motivo de la inflación ha sufrido un notable incremento, así como de desahogar el esfuerzo fiscal de los canarios respecto a la tributación directa mediante medidas como la deflactación de los tramos del IRPF. Sin embargo, el tema del AIEM es más complejo, pues entra en juego también la finalidad concreta que justificó su creación: la protección de la producción canaria e incentivar el consumo del producto local. Por lo tanto, ante el debate que enfrenta la necesidad una producción local sostenible y la reducción de impuestos, soy partidario de garantizar una actualización permanente y detallada del catálogo de productos objeto de protección, con el mayor grado de desagregación posible para identificar de forma precisa los productos protegidos y cuya producción se genera en Canarias en cantidad suficiente, de tal modo que se establezca un justo equilibrio entre el objetivo primigenio de la aplicación de este arbitrio y la capacidad productiva local de responder a la demanda de los canarios.

La Tasa verde se ha constituido, sobre todo lo que afecta a las comunicaciones aéreas, en una grave amenaza para Canarias. ¿Confía en que pueda salvarse la excepción? ¿No es contradictorio el haber declarado la emergencia climática antes que nadie?

Desde luego esta precipitación del actual Gobierno regional en “declarar la emergencia climática”, antes incluso que el Gobierno nacional, muestra su imprudencia en la adopción de medidas sin valorar sus consecuencias, así como la ausencia de una estrategia compatible en el largo plazo con la actual realidad económica y social de Canarias. Pretender imponer cualquier tipo de medida que genere un incremento del precio del principal transporte de pasajeros entre nuestras islas y hacia y desde el exterior, sin la existencia de alternativa a otro tipo de transporte menos contaminante, es un atentado contra nuestra libertad de circulación por todo el territorio nacional y, sobre todo, contra nuestra principal fuente de ingresos: el turismo. Es una auténtica necesidad competitiva para nuestra economía, de modo que debemos defender la exención de la tasa verde no solo para vuelos nacionales sino también en cualquier caso para los vuelos internacionales, fundamentada en nuestra condición de región ultraperiférica.

Hemos visto en los últimos tiempos que movilizaciones ciudadanas han paralizado proyectos que parecían poder desarrollarse sin más complicaciones. De un lado, se paralizan; en otros, se ralentizan. ¿No puede esto explicar la falta de atractivo inversor que presentan las islas frente a otros territorios más empeñados en garantizar la seguridad jurídica?

En muchas ocasiones he manifestado que el mayor enemigo de la inversión es precisamente la inseguridad jurídica. Son múltiples los ejemplos que han demostrado en nuestro territorio que, bien por un exceso de regulación normativa, bien por un cambio sobrevenido en la interpretación de tales normas, se produce una inseguridad jurídica que pone en riesgo la credibilidad de Canarias como destino de inversión. La flexibilización de la burocracia, la reducción de la sobreproducción normativa y la interpretación consensuada y fiable de nuestros principales incentivos por parte de todas las instituciones implicadas, son una fórmula que debemos garantizar para posicionar Canarias como un destino atractivo para la llegada de inversiones.

En relación con lo anterior, una protección del suelo excesiva o muy celosa, ¿no puede complicar más el futuro de las islas?

Lo que desde luego está complicando ya de hecho el futuro de Canarias es la excesiva burocracia al respecto. No se trata ya de una mayor o menor protección del suelo, sino de la necesidad de que la normativa regulatoria sea ágil y eficiente, para lo cual debemos conseguir reducir el número de regulaciones concurrentes y la incidencia de todo tipo de legislación sectorial que condiciona también las autorizaciones de proyectos en cualquier tipo de suelo.

¿Están las Islas superpobladas?

Considero que es hora de abordar la sostenibilidad del crecimiento poblacional de Canarias, que se ha mantenido en aumento constante durante los últimos años, un aspecto que paradójicamente contrasta con unas altas tasas de desempleo y un descenso de poder adquisitivo, indicadores que suelen responder a territorios en los que la emigración supera a la llegada de nuevos residentes. En este sentido creo que debemos realizar una doble valoración para entender la sostenibilidad del futuro de Canarias, no solo en términos del número de habitantes sino también en cuanto al grado de suficiencia económica que debe generar nuestro territorio para hacer viable la subsistencia de nuestra población en unas condiciones adecuadas.

¿Cree que tiene encaje legal la limitación de compra de propiedades a no residentes?

La Unión Europea ya ha manifestado que una limitación de estas características no tiene cabida en su ordenamiento; en cuestiones de este tipo hay que ser, por un lado, prudentes por las posibles consecuencias legales, ya tenemos suficientes inseguridades jurídicas como para añadir una nueva con este asunto, y, por otro, no generar en la población fobias hacia, en este caso, turistas o nuevos residentes en las islas.

Llegamos a la recta final de la legislatura y arranca la campaña electoral, con lo que se volverá a hablar de la necesidad de cambiar el modelo productivo de las Islas. ¿Cree que es necesario? En tal caso, ¿qué propone su partido para que tal cosa pueda ocurrir?

Si algo han evidenciado las sucesivas crisis sufridas en este siglo, especialmente la provocada por la reciente pandemia, es la vulnerabilidad y las múltiples carencias de nuestra economía frente a estos drásticos acontecimientos. No obstante, consideramos que la tan ansiada recuperación económica no puede basarse en un radical y violento cambio de modelo económico, sino que muy por el contrario debe fundamentarse necesariamente en fortalecer y preservar el tejido empresarial existente en nuestros sectores preponderantes, como el caso del turismo, pues no podemos dar la espalda al sector que constituye la piedra angular de nuestra economía y aquel sobre el que debemos construir gran parte de nuestra recuperación. Lo cual en ningún caso está reñido con el objetivo de alcanzar un grado idóneo de diversificación económica mediante la facilitación del desarrollo de nuevos proyectos en sectores aún no consolidados. En muchas ocasiones he expuesto el ejemplo del tren que representa el modelo económico de Canarias, en el cual el turismo representa la locomotora, la principal fuerza tractora de nuestra economía, mientras se incorporan el resto de sectores como vagones que siguen incrementando su peso y aportación al conjunto de la riqueza de Canarias. A nadie se le ocurriría frenar esa necesaria locomotora para seguir incorporando el resto de vagones, pues del mismo modo considero que debemos seguir cuidando y protegiendo el principal sector de nuestras islas, mientras por supuesto fomentamos la incorporación de otros sectores que redunden en el crecimiento de la economía canaria.

Entrevista publicada en el número 89:

Portada LGE 89