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Ignacio Osborne: “En este país solo está bien visto el que no termina de arrancar”

1 de enero de 2018
ignacio
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Más de 450 personas procedentes de 40 países participaron en la XVIII edición del Congreso Internacional sobre la empresa familiar celebrado en Expomeloneras, en el Sur de Gran Canaria. Organizado por The Family Business Network (FBN) colaboraron tanto el Instituto de la Empresa Familiar  (IEF) como la Asociación de la Empresa Familiar de Canarias (EFCA). El empeño de Claudio Alonso por conseguir que este evento viniera a las Islas fue definitivo y asistieron representantes de algunas de las más importantes empresas familiares de nuestro país. Aprovechamos para hablar con Ignacio Osborne, actual presidente del IEF y máximo responsable de una gran y tradicional compañía que no precisa de demasiadas presentaciones. Cuenta, con gracia, para reforzar algún argumento relacionado con lo que nos ha pasado que “mis antepasados vivieron el asedio de Cádiz en 1812, eran ingleses y tuvieron que marcharse para Marbella o Málaga porque los franceses los perseguían. ¡Eso sí que es una crisis!

¿Cuál es el momento actual de la empresa familiar en España?

“Todos los estudios que obran en nuestro poder subrayan que los datos de perdida de empleo en la empresa familiar son inferiores a las de otro tipo, lo que puede explicarse por el componente social que tenemos. Pero es que, además, creo que hemos hecho los deberes y se ha avanzado mucho en la internacionalización. Cuando sales de España, asistes a feria te encuentras a empresarios que están intentado dar a conocer sus productos. En un sector que conozco bien, de las 8.000 bodegas que hay en nuestro país, 7.500 venden aunque sea una botella de vino en el extranjero. Hoy la tecnología lo permite y es posible acceder a mercados a los que antes si no tenías una masa crítica determinada no había manera de llegar. En ese campo, por tanto, buenas noticias. Por otro lado, parece que también ahora se produce una mejora en las previsiones en el mercado doméstico”

¿Y qué nubarrones observan en el horizonte? 

”Lo que más puede inquietar a una empresa, particularmente a las familiares, es la inseguridad o la incertidumbre. Cataluña genera que exista de ambas, la gente puede retraerse a la hora de consumir y el comercio de aquella comunidad con el resto de España es elevado. Ya vemos que los analistas hablan de revisar las previsiones de crecimiento. ¿Ha pasado algo? Es más el no saber qué va a ocurrir”

Pero vivimos en un país de incertidumbres, con el peso que tiene el gobierno uno se da cuenta que cada viernes pueden cambiar las reglas de juego. 

“Estamos sobrelegislados, nos gustaría crear el Ministerio de la Simplificación. En España hemos pasado de ser un país receptor de subvenciones a uno en que ya casi somos contribuyentes netos a la UE. Esto es posible con un potente sector empresarial que no busca ayudas pero exige seguridad jurídica para poder operar. No puede ser que cambien el marco regulatorio o que los impuestos se modifiquen caprichosamente porque normalmente planificamos a largo plazo y esto arruina nuestros planes. Esa simplicidad administrativa es absolutamente esencial”

Le parece normal que no hayamos reducido la burocracia después de lo que nos ha tocado vivir.

“Es que normalmente suelen decir los políticos que, respecto al PIB, el gasto público no es elevado y es verdad. Pero nosotros, en las empresas, si usamos ese mismo parámetro estaríamos cerrados, nos iría fatal. No hay que compararse, hay que hacerlo mejor pero sobre todo esto es verdad que lo ideal sería abrir un debate pero no lo hay”

Comentaba que habían preservado más empleo que otro tipo de empresas. ¿Eso no supone un sobrecoste?

“Sí pero planificas a largo plazo y sabes que en algún momento las cosas volverán a mejorar y es preferible tener un personal al que conoces y que conoce la empresa y la forma de trabajar. Es verdad que a veces te metes en un lío de narices porque no eres capaz de saber cuanto puede durar una crisis pero esa conciencia social no la perdemos. No nos ocurre como a las grandes empresas cotizadas, las cosas van mal, anuncian un Expediente de Regulación de Empleo y las acciones suben”

Tiene todo el sentido si se sabe que no dura mucho, es mejor contar con un personal que no pierde destrezas que no que se sale del mercado, está ocioso y puede que ya no vuelva a ser el de antes una vez vuelve a ser llamado.

“Para nosotros tienen nombres y apellidos, nos relacionamos con ellos. Pero, del mismo modo, creo que la transparencia en los recursos humanos tiene un retorno. Quiero decir, aunque no reduzcas el número de puestos de trabajo el retorno es formidable. Lo sé porque nos pasó a nosotros durante la crisis, en una empresa con un producto como el jamón ibérico y el desplome del consumo. Era un ERE de libro pero no se hizo. Tenemos casi 500 empleados, entre fijos y fijos discontinuos, hablamos con ellos y llegamos a un acuerdo que se hizo porque ni nosotros recurrimos a abogados ni ellos llamaron sindicalistas de fuera de la empresa (Huelva es un sitio muy sindicado por la minería, la idea es que nadie que no trabajase estuviese en la negociación). Nos comprometimos a mantener un mínimo de horas determinado, de forma que todos tenían en algún momento trabajo, invertimos en ese momento 9 millones  de euros y ellos aceptaron una rebaja lineal del 15% en el 100% de los trabajadores. Teníamos ya experiencias de otras crisis, sabemos que cuando el consumo se recupera hay una enorme demanda y en 5J lo hemos aprovechado para distanciarnos de la competencia. No sabíamos si mejoraría un año, dos o tres después pero sí que lo haría. Pasó, llegamos a unos resultados determinados y el compromiso pasaba por pagar lo descontado de forma retroactiva, lo que ya hemos hecho. Era un buen acuerdo, propiciado por la reforma laboral y por la voluntad de las partes. En Jabugo viven 2500 personas, si hacemos un ERE se habría notado. Probablemente una fábrica de componentes electrónicos en manos de una multirracial habría actuado de otra manera” 

El mercado en eso es muy agradecido, un poco de flexibilidad y un mucho de resultados

“Que se lo digan a los franceses, que se sorprenden por la galleta que nos dimos y lo rápido que nos recuperamos. Es verdad que tenemos problemas con el paro juvenil o el trabajo de baja calidad y escasos salarios pero es que el mercado pasa por encima de las rigideces laborales”

Lo que nos lleva a otro problema, relacionado con la productividad y la cualificación, mucha gente estudiando cosas para las que no existe demanda.

“En el Instituto hemos hecho algunos trabajos a partir de situaciones muy curiosas, ¿cómo es posible que con un 50% de paro juvenil existan empresas que no puedan incorporar perfiles determinados, sobre todo de formación profesional. Para ingenieros no hay problemas, por eso creemos que la formación dual es fundamental, que se pueden compaginar en las escuelas de FP trabajo y prácticas en empresas”

Otro problema lo tenemos con el tamaño de las empresas. Hay una cierta obsesión en el discurso políticamente correcto de apoyo a las PYMES pero las grandes compañías pagan más y despiden menos.

“Es curioso, el emprendedor está bien visto pero cuando se hace público que Amancio Ortega dona dinero para comprar equipos médicos se le insulta. Parece que en este país solo está bien visto el que no termina de arrancar, me parece que el reto estaría en conseguir que siga estando bien visto cuando triunfe, cree riqueza y prospere. Y si hay algún empresario que merezca nuestra desaprobación, hacerlo también, eso es el papel que uno le confía a la sociedad civil”

Habría que hacer autocrítica, el paso de Díaz Ferrán (actualmente en prisión) por la CEOE no contribuyó a facilitar las cosas.

“Es cierto pero también lo es que el Instituto tomó el acuerdo de sentarse con él, darle un margen para que pudiera presentar su dimisión y caso contrario,. hacer pública nuestra petición. No lo hizo y nosotros cumplimos el mandato. Pero no solo eso, debemos estar alertas para que no se produzcan engaños masivos, como en casos recientes en que personas de buena fe y pocos conocimientos pierden dinero por pretender rentabilidad que no hay que tener un Máster para saber que son complicadas”

Pero es otra característica de los tiempos, una sociedad mimada que invierte en cosas que no entiende a sabiendas que vendrá el estado posteriormente a rescatarla. Pensar en lo último, las hipotecas en multidivisas que tanto gustaban a los pilotos de aviación, no precisamente aquellos a los que se supone un menor conocimiento financiero.

“Recuerdo, soy muy aficionado al baloncesto, que había un equipo que patrocinaba Forum Filatélico (el de Valladolid). Una vez pregunté qué era y me lo explicaron, me dijeron cómo funcionaba. Te das cuenta que eso no se sostiene”

Volvamos a las características esenciales de las empresas familiares. Una está clara que es la sucesión, las empresas no crecen a las tasas que lo hacen las familias y complica el tránsito. 

“No hay una sola manera de hacerlo, depende incluso de los sectores. Hay empresas paradigmáticas en España como Inditex o Mercadona. Hay quienes mantienen la dirección de la empresa en manos de la familia, com pasas con la familia Ricard que sigue teniendo el 20% de las acciones y Alexander Ricard es el presidente porque cuenta con el respaldo de los accionistas, les parece competente y confiable, así que debe serlo. Hay casos en los que salir a cotizar es lo mejor que puedes hacer. En mi sector, la experiencia me dice que las empresas están más vinculadas a las familias y el crecimiento es a pedales cuando es orgánico. Puedes ir a fusiones pero nuestra idiosincracia no lo favorece, somos muy malos haciendo eso”

Su sector, agroalimentario, se suele considerar maduro pero nosotros objetamos de manera continúa en la revista con el término. ¿A usted le gusta?

“No, creo que no hay sectores maduros son ejecutivos que no se adaptan. Hay miles de ejemplos, los snacks de Pepsico sin ir más lejos. ¿Hay sector más maduro que las papas fritas? Le dan mile de vuelta innovando y lo reintentan. En el sector nuestro, con la crisis cayeron las ventas en bebidas espirituosas un 40% durante seis años. Conseguimos la distribución de Seagram, el Gin Tonic se pone de moda y pasamos de 0 a 400 mil cajas. Era un sector tradicional. Estas cosas funcionan, puedes conseguir que productos de toda la vida tengan una nueva vida, ha pasado en Méjico con el tequila, una bebida que no era para aquellos que tenían un cierto poder adquisitivo un poco más elevado. Se le dio la vuelta y ahora está de moda, por encima del brandy o ron que eran las estrellas de antes. Esperemos que en España pase lo mismo con el brandy. Para una compañía es complicado influir en las tendencias pero debes estar preparado para subirte a la ola si esta llega. Nosotros avanzamos mucho en I+D pero no se aprecia. Hemos hecho investigación genética, en catas, en bienestar animal, en presentación, en tener menos merma pero estas cosas no salen en las estadísticas ni nono somos capaces de explicar lo que hacemos y cuanto dedicamos a eso”

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