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Promoviendo el crecimiento, 40 aniversario de CEOE Tenerife

1 de julio de 2018
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El asociacionismo empresarial nació en Tenerife cuando la democracia en España daba también sus primeros pasos. Varios empresarios y asociaciones actuaron de promotores al unirse para defender sus intereses en todos los ámbitos de la vida económica, social y cultural. 

Fruto de aquella unión, surgió la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife (CEOE-Tenerife), bajo la presidencia de Juan Jesús García Sanjuán, quien fue reelegido en las elecciones de octubre de 1980 y nombrado vocal de la junta directiva de la CEOE nacional en 1981. En este mismo año, fue nombrado el primer Secretario General, Carlos Ramos Rodríguez de aquella naciente Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife, que daba sus primeros pasos como organización empresarial aunando los intereses de los sectores empresariales de la isla de Tenerife.

Este movimiento empresarial nació en un momento en el que nuestra Comunidad Autónoma pasaba por una grave crisis que afectaba a todos los sectores productivos. La agricultura, afectada por la sequía, se encontraba a la baja, mientras que la industria estaba en fase estacionaria ante el incremento del coste de las materias primas. El sector turístico, también se encontraba en recesión y el desempleo alcanzaba cifras máximas. La descolonización del Sáhara causaba problemas en el sector pesquero y la transición política española creaba una situación de incertidumbre.

Ya desde el inicio de su andadura, esta organización fomentaba entre sus asociados la creación de organismos para la defensa de sus intereses, entre las que destaca la constitución de la Confederación Regional de Empresarios, que integraba a la Confederación Provincial de Santa Cruz de Tenerife y la Confederación Canaria de Empresarios de Las Palmas, con la que se unificaban esfuerzos a la hora de defender los intereses empresariales. 

También, una de las primeras medidas de la joven Confederación sería la creación de una Sociedad de Garantías Recíprocas que beneficiaría sobre todo al pequeño y mediano empresario y que se hizo efectiva en enero de 1982. 

La coyuntura económica nacional e internacional era también compleja, en esos años, empezaba a perfilarse la opinión de la Confederación ante la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), elaborando un informe con la intención de que fuese apoyado también por los empresarios de la provincia de Las Palmas, para defender los intereses comunes del Archipiélago en Bruselas. 

Meses después, la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife, la Confederación Canaria de Empresarios de Las Palmas y las centrales sindicales UGT y CC.OO, firmaron un documento conjunto sobre la situación económica de Canarias, un acuerdo sin precedentes en nuestras islas. Más tarde y con el objetivo de fortalecer la formada asociación de los empresarios en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, CEOE-Tenerife se planteó la unión de La Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife y CEPYME, siendo una realidad en 1983, bajo la presidencia de Marcelino Hernández, quien, en aquel entonces, ejercía el cargo de presidente de CEPYME. A finales de 1983 tomó posesión de la presidencia de la Confederación Rodolfo Machado Von Tschusi, quien se prolongó en el cargo, hasta el 31 de marzo de 1988, para dar tiempo a que el proceso de fusión que constituiría CEOE-Tenerife llegara a su fin.

En 1989, cuando todavía hablábamos de Comunidad Económica Europea, CEOE-Tenerife llevó a cabo campañas de información sobre las nuevas instituciones europeas para sus asociados. La Comunidad Europea contaba entonces con una serie de instituciones de carácter supranacional, con lo que la toma de decisiones en torno a los mercados adquiría un cariz internacional que afectaba especialmente a nuestras Islas.

La supresión entre los Estados miembros de los derechos de aduanas y de las restricciones a la libre circulación de personas, servicios y capitales entre los Estados Miembros, estableció una serie de modificaciones en cuanto a la exportación de los productos canarios y la competencia con terceros países que provocó que CEOE- Tenerife decidiera establecer estrategias para que los asociados pudieran adaptarse a esta nueva situación en las condiciones más favorables.

En los resultados de los primeros estudios liderados por la Confederación, se hacía especial hincapié en el carácter de régimen fiscal diferenciado y en el mantenimiento de estas peculiaridades en el Tratado de Adhesión de España a la Comunidad. La preocupación por conservar el Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF) ya se hizo patente en 1989 y ha permanecido hasta nuestros días siendo actualmente CEOE – Tenerife, uno de los principales interlocutores sociales distinguidos en la defensa de un régimen económico y fiscal que reconozca los intereses del sector empresarial canario en Europa.

El año 1990 supuso el comienzo de un nuevo futuro para los empresarios en un momento en el que, por primera vez, los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma de incluían las asignaciones presupuestarias correspondientes para la ejecución de un conjunto de inversiones contempladas en el Programa de Desarrollo Regional (PDR) así como la aplicación de los Fondos Estructurales derivados del marco comunitario de apoyo (MAC).

Siendo la modificación del REF un problema de vital importancia para la CEOE,  en julio de 1992, se reunió con el entonces líder de la oposición y posterior Presidente del Gobierno, José María Aznar, para evaluar el documento elaborado por las patronales canarias y las Cámaras de Comercio de las dos provincias canarias sobre las bases económicas del REF. En aquellas fechas los representantes empresariales pasaron a formar parte también del Consejo Económico y Social de Canarias, que nació con el fin de hacer efectiva la participación económica, social y laboral de las Islas y que sigue vigente en nuestros días.

La CEOE-Tenerife conseguiría durante 1993, con sus continuas reivindicaciones, que se bajaran los tipos impositivos para los alimentos, se regulase la situación de los minoristas importadores y se procediera a reformar el desarrollo reglamentario del IGIC. La incertidumbre que vivían los empresarios durante los primeros meses tuvo como resultado una cumbre empresarial, en Las Palmas de Gran Canaria sin precedentes, a la que asistieron los comités ejecutivos de ambas Confederaciones provinciales, a raíz de la cual surgió un documento indicativo de las pautas a seguir durante los meses siguientes.

CEOE- Tenerife advirtió ya desde 1995 del peligro de no contar con un Estatuto Permanente para Canarias que consolidase el régimen de ayudas. Este asunto, junto con otras preocupaciones de los empresarios como la renovación de la Ley de Comercio o el desarrollo de los reglamentos del REF, fue discutido en la reunión que mantuvo el Comité Ejecutivo de la Confederación con el entonces presidente del Gobierno de Canarias, Manuel Hermoso Rojas.

En el año 1998 CEOE-Tenerife sufrió un duro golpe debido al fallecimiento del que, hasta ese momento había sido un pilar fundamental en la historia de la Confederación: Carlos Ramos Rodríguez, y dio paso a un nuevo periodo, con Pedro Alfonso Martín, como nuevo Secretario General, persona con una larga  trayectoria ya dentro del mundo empresarial. 

La ralentización del desarrollo económico del llamado primer mundo parecía protagonizar el siglo que estaba a punto de iniciarse. Para evitar que el crecimiento de Tenerife se frenara, era fundamental la construcción de infraestructuras modernas que la CEOE-Tenerife solicitaba al Gobierno, tales como la ampliación del Aeropuerto Reina Sofía o el comienzo de las obras del Puerto de Granadilla. La Confederación también se reuniría ese año con los alcaldes del Sur de Tenerife, con el fin de debatir sobre la seguridad ciudadana y la elaboración de un modelo de crecimiento turístico para esta importante zona de la Isla.

El desarrollo de políticas comunes por parte de la Unión Europea seguía influyendo en la economía canaria. Consciente de esta realidad, el sector empresarial canario crea EUROCAN, agrupación para el desarrollo económico de las Islas Canarias en la Unión Europea con el objetivo de impulsar la coordinación entre todas las personas físicas o jurídicas que estuvieran relacionadas con el desarrollo del régimen específico de integración de las Islas en la UE.

La llegada de la moneda única, supuso un reto para CEOE-Tenerife, que se encargó de poner a disposición de sus asociados toda la información necesaria para que las empresas se adaptaran a ella con anticipación. La Confederación se focalizó con el cambio de siglo en informar, de la  nueva moneda única, de la consideración de región ultraperiférica de nuestro Archipiélago, así como de los fondos estructurales y las partidas compensatorias de las que los empresarios podían beneficiarse debido a este Estatuto. 

El año 2001 será recordado siempre como el último año de circulación de las monedas nacionales de los Estados miembros. El Euro supuso un paso definitivo en la consecución del Mercado Único, permitiendo aprovechar al máximo los beneficios que éste ofrecía, ya que la adopción de la moneda común supondría la mejora de la competitividad de las empresas, especialmente de las pymes, al poder operar en nuevos mercados con el respaldo de una moneda sólida y estable.

El año 2002, fue punto de inflexión de un ciclo de fuertes crecimientos económicos pasando a una situación de menor incremento de la actividad en los países de nuestro entorno y en los Estados Unidos, coyuntura acentuada por los actos terroristas del 11 de septiembre, provocando en el año 2004, una ralentización de la economía canaria, explicada fundamentalmente por la crisis que atravesó el sector turístico, principal sector productivo del Archipiélago, así como por la incertidumbre de la renovación de nuestro REF ante la Unión Europea.

Nos encontramos entonces en unos años donde intensificamos nuestro trabajo, trasmitiendo  al Gobierno Autónomo la importancia de impulsar políticas de desarrollo, así como la consolidación de nuestro REF  como verdadero “Estatuto Económico“ que  sustentara el crecimiento y el empleo de nuestras Islas, basado en la competitividad de nuestras empresas, la racionalización del gasto público, la flexibilidad laboral y una apuesta decidida por mejorar el Capital humano y  la I+D+i. 

Uno de los principales protagonistas del año 2006 en Canarias fue, sin lugar a dudas, la inmigración. CEOE–Tenerife no permaneció ajena a este fenómeno y en septiembre el Comité Ejecutivo aprobaba por unanimidad un documento que analizó la normativa española para la regulación de la inmigración en España, y en especial el papel desempeñado por la Administración Pública Canaria, documento que tuvo una excepcional acogida por parte de las instituciones públicas y privadas a las que fue remitido.

La coyuntura económica adquirió especial protagonismo a lo largo de los ejercicios 2007 y 2008, marcado por un contexto internacional afectado por la incertidumbre generada por las turbulencias financieras, derivadas de la elevación de la morosidad en las hipotecas de alto riesgo en EEUU, conocida como crisis de las hipotecas “subprime”, por el incremento de los precios del petróleo, situado en máximos históricos, y por el aumento de los precios de determinados alimentos básicos.  

Sin duda, el año 2009 pasó a la historia como un año especialmente duro, dando lugar a 6 años de crisis económica, que arrastró tanto a la economía española como a la canaria a la recesión, con especial impacto en el mercado laboral que alcanzó los 365.000 desempleados al finalizar el año 2013.

Fue en el año 2010 en un acto celebrado en la sede principal de CajaCanarias, en el que José Fernando Rodríguez de Azero, dejó su cargo de Presidente, y fue elegido José Carlos Francisco Díaz, para ocupar el mismo, asistiendo a la toma de posesión, numerosos representantes del mundo empresarial, político y cultural de la sociedad canaria

Ya en el año 2012, CEOE-Tenerife alzó la voz, para que las Administraciones Públicas entendieran que el redimensionamiento que esta crisis exigía, incluía una tarea de saneamiento de la propia administración. En este sentido, CEOE Tenerife se adaptó drásticamente al nuevo escenario de ingresos, reduciendo los gastos y la estructura de personal en un 50%, para mantener el compromiso de equilibrio financiero.

En los últimos años y hasta llegar a estos días, en el plano institucional, CEOE-Tenerife está reforzando su liderazgo como única organización en su ámbito que mantiene el diálogo social con los sindicatos y el gobierno. En Canarias, con el objetivo de proporcionar estabilidad al panorama económico y social, la confederación ha firmado con los dos sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) un acuerdo marco para favorecer las relaciones estables entre empresas y trabajadores. Sentando las bases de un clima laboral favorable para mejorar la productividad y competitividad de nuestras empresas esfuerzo que ha visto sus resultados en los VI acuerdos de la Concertación social recientemente firmados.

Y como ya comentamos, la historia de CEOE-Tenerife se escribe con la misma tinta de la trayectoria económica y social de nuestras islas, así durante el año 2017 y comienzos de 2018, CEOE-Tenerife se reforzó presupuestariamente apostando por la designación de Eduardo Bezares Carretero, como nuevo Secretario General, persona ligada también desde hace muchos años al mundo empresarial y a esta Confederación, nombramiento que contó con el apoyo unánime de todas sus federaciones, asociaciones y empresas. 

Revisar el nacimiento y evolución vital de CEOE-Tenerife, desde la perspectiva que nos otorga el tiempo, es sin duda un privilegio. Testigo y copartícipe, en primera línea, de la construcción de la propia democracia española, desde la transición política en la que los movimientos empresariales y sindicales eran efervescentes, CEOE–Tenerife ha asistido a las grandes decisiones socioeconómicas de Canarias, con vocación de diálogo y ánimo de progreso, en definitiva contribuyendo de manera decidida al crecimiento de nuestra tierra.

Por su 40 Aniversario, el Gobierno de Canarias hizo entrega de la medalla de oro de la comunidad a las dos patronales canarias en el solemne acto celebrado con motivo del Día de Canarias. 

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