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José Carlos Díez: “España ha llegado tarde al capitalismo”

30 de noviembre de 2018
josecarlosdiez
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Mientras considera que la ZEC es un fracaso, también cree que Canarias podría atraer capital si tuviera reglas más claras. El economista nacido en Palencia recomienda, además, invertir en empresas que hayan dejado de ser startups.

José Carlos Díez nunca deja indiferente al público. Hace pocos días pasó por Las Palmas de Gran Canaria para un debate público y acaba de presentar un nuevo libro, “De la indignación a la esperanza. Construir la España del bienestar es posible”, donde plasma las ideas que entiende pueden hacer de España el país que desea para sus hijos.

› El libro parece tener un mensaje esperanzador.
Lo que intento es apuntar recetas para el pleno empleo y mejores salarios, que creo que es un deseo compartido con el cien por cien de la población española. El problema es que para conseguirlo tenemos dos restricciones, una es la globalización y la otra la revolución tecnológica. Hay países a los que les ha ido bien con esta revolución y hay otros que no. A España creo que le ha ido bien y yo sugiero un plan para que nos vuelva a ir bien en los próximos 30 o 40 años.

› Nada menos. Un objetivo ambicioso, sin duda.
Uno piensa en sus hijos. Los míos tienen diez años ahora, y desea que tengan unas bases, un modelo… Que cuando salgan dentro de quince años al mercado de trabajo tengan por delante diez o quince años de progreso.

› ¿Qué acogida está teniendo? Después de asesorar al PSOE, ¿es distinto opinar desde fuera?
Estuve de 47 años de vida, solo 4 de asesor. Me pidieron que hiciera la ponencia económica en un momento muy difícil del partido y la verdad es que fue un honor y me lo pasé muy bien. Fue un equipo de cien personas para redactarlo, con participación de las agrupaciones y muchas enmiendas. Yo hice de coordinador. Aunque mi libro es más personal, coincide en la ponencia en los objetivos y en muchas de las políticas, no en todas.

› Ahora se siente más cómodo para opinar.
Bueno, cuando uno va con la marca de un partido debe ser más prudente, es normal. Siempre he ido solo y sigo solo, pero pude conocer gente muy buena que en muchos ayuntamientos y comunidades autónomas hacen una gran labor y tienen muy buenas ideas. Yo no cobré nada por aquello, pero habría pagado, porque fue como un máster de gestión pública práctica. Uno está en un medio académico y privado y a veces se la pasa leyendo “papers” muy largos pero con poco contenido práctico, mientras que esta gente está acostumbrada a resolver problemas todos los días. La parte conceptual y estratégica la puedo hacer yo. De la parte práctica aprendí con ellos muchísimo, fue una experiencia muy positiva.

› Elecciones “midterm” en Estados Unidos, ¿qué conclusiones saca?

Están creciendo por encima de su potencial y ya no hay margen en el mercado de trabajo, porque pleno empleo ya había cuando Obama dejó el gobierno. Pero en estos dos años de Trump la economía se ha deteriorado, el déficit público es mayor (lo que debería ser al revés en una economía que crece) y el déficit exterior está aumentando. Por lo que veo que Estados Unidos está en una fase de crecimiento desequilibrado y eso acabará en recesión, no creo que tarde más de uno o dos años.

› ¿Estaremos entonces asomándonos a una nueva recesión global?

No sé si tan sincronizada como la de 2008, en que caímos todos a la vez por el colapso del sistema financiero. Pero evidentemente estamos hablando de la que sigue siendo la primera economía del mundo y un impacto va a haber. Es verdad que pesa menos que hace veinte años y hay otros motores de la economía mundial, con presencias como las de China y la India, que están en fase de inversión potente, pero que esto le pase a Estados Unidos tendrá un impacto mundial importante.

› La situación actual española explicada a un marciano. ¿Por dónde empezar?
Le diría que en octubre hemos registrado el mejor año de creación de empleo de la historia de la serie y que la tasa de empleo crece al 3 por ciento, el triple que el promedio europeo. O sea que la economía está aguantando bastante bien pese al viento en contra de la subida del petróleo y la caída del turismo y de las exportaciones. Con esos factores exógenos, la verdad es que ha aguantado sorprendentemente bien.

› ¿A qué lo atribuye?

En el libro dedico un capítulo entero: digo que España es una economía muy agradecida y que cuando se le dan condiciones financieras estables muestra un gran potencial de crecimiento. Lo vemos desde los años 60 y lo demuestra cada vez que puede.

› Ahorro y pensiones. ¿Hay futuro con el sistema actual?

Tenemos un problema de ahorro. La tasa de ahorro de las familias vuelve a estar en mínimos, incluso por debajo de 2007 y con los tipos de interés a 0 con una inflación del 2 por ciento. Con estos tipos reales negativos no hay incentivos a ahorrar, lo que hay es incentivo a endeudarse otra vez. Otra vez lo mismo que vimos con la burbuja. Tiene cierto análisis racional a corto plazo, pero el problema es cómo acaban las burbujas, tenemos el precedente de 2008. El sistema público de pensiones es de reparto: lo que entra, sale. Por eso va a condicionar mucho lo que entre. Si hacemos un buen plan, España es un país pequeño en un mundo que crece mucho, así que con quedarte con un trozo pequeño de esa tarta que crece tanto se podría mejorar mucho el nivel de empleo y de salario.

› Es fácil decirlo, el problema es el cómo.

Nuestras empresas deben entrar en procesos de modernización, de innovación, de mejoras en posicionamiento en mercados exteriores, de elegir países donde haya crecimiento y no exportar a Europa, que no crece. Si se acometen los cambios que propongo en el libro, España debería aspirar a tener un sistema público de pensiones mejor que el que tiene ahora. Los pensionistas alemanes pueden venir a España de vacaciones, pero no nuestros pensionistas ir a Alemania de vacaciones. Eso sería una aspiración.

› Pero, ¿y el problema demográfico?

Eso también influye mucho en un sistema de reparto. La pirámide poblacional nos indica que muchos españoles se van a incorporar a la pensión y hay pocos nuevos cotizantes a la seguridad social. Los años de esperanza de vida no dejan de crecer, pero está la variable del número de personas que entran y el salario medio con su cotización. ¿La solución? Alargar la edad de jubilación, con medidas de flexibilidad a partir de los 67 años para que puedan seguir trabajando y que gente que tenga una pensión media-baja pueda complementar sus ingresos con trabajo.

› ¿Hasta qué punto importa la fortaleza de las instituciones en esa visión optimista de España?

Son determinantes. El problema es que hace 40 años no las teníamos, porque éramos una dictadura fascista. Hemos conseguido tener una democracia, después de un proceso de transición ejemplar y con una entrada en la Unión Europea, que es la economía del mundo donde mejores instituciones hay y mayor seguridad jurídica. Hemos incorporado esas directivas europeas a nuestro ordenamiento jurídico y si bien no tenemos el desarrollo institucional de otros países con democracias más antiguas, el avance ha sido espectacular.

› Está en estos momentos impartiendo conferencias sobre el impacto en el empleo de las nuevas tecnologías. ¿Qué es lo que le preguntan?

Hay mucha demanda de estos asuntos. La parte positiva es que no hay tanta demanda mediática, pero sí de parte de los empresarios, que quieren oír hablar de lo que está pasando en el mundo y saber cómo adaptarse a esos cambios. Es evidente que son ellos los que lo tienen que hacer, no nosotros los economistas.

› ¿Es débil la cultura empresarial española?

Hay indicadores de calidad que elabora la OCDE y organismos internacionales que sitúan a España a la cola. Puede ser que España haya llegado muy tarde al capitalismo y eso supone un proceso de acumulación que nos hemos perdido, tenemos muy poco capital empresarial. Pero creo que lo estamos superando a una velocidad espectacular, miremos el desarrollo de multinacionales, que no tiene precedentes en muchos otros países. Y eso es muy positivo, aunque son pocas, debería haber muchas más.

› Hay pocos ejemplos como los de Amancio Ortega.

Ahora que estoy metido en el mundo de la innovación y su financiación veo señales esperanzadoras en el mundo de las start ups y las nuevas tecnologías. Es evidente que muchas mueren, pero hace diez años esto no existía y hay que ponerlo en valor. Donde hago hincapié en mi libro es en empresas que ya no son start ups, pero son innovadoras y que pueden dar un gran salto, que pueden completar su proceso de internacionalización y pasar de 10 o 20 trabajadores a 100 o a 200. Creo que en España hay varios miles y esas empresas son más seguras que una start up, porque puede aquí tenemos empresarios que han demostrado ser buenos además de tener buenas ideas.

› O pueden tener limitaciones en la falta de capital.

O a veces no gestionan bien su estructura financiera. Pensemos que somos el país que peor paga del mundo a las pymes, somos el único donde las pymes soportan la financiación de las grandes empresas, eso no pasa en ningún país. Además, en contra de una ley, que es la ley de morosidad, que como no tiene reglamento sancionador da igual incumplirla, porque nadie te sanciona y eso genera estructuras financieras muy vulnerables.

› Criptomonedas, ¿son realmente una alternativa a los bancos centrales? No, de hecho funcionan porque se pueden cambiar por dólares, que es la moneda de reserva internacional.

Tienen una ventaja tecnológica y pueden llegar a imponerse, pero otra cosa es que sean alternativa o logren desplazar a los bancos centrales. Eso me cuesta verlo. De momento solo hay medios de pago, que no tienen asociado un sistema de crédito. En el euro o cualquier moneda puedes pedir crédito, puedes hacer emisiones de bonos en mercados internacionales…, en las criptos ese sistema no existe.

› En Canarias nos la pasamos hablando de las ventajas fiscales, de lo maravilloso que es el tiempo y que se vive bien, pero las inversiones extranjeras no llegan. En diez años, se recibieron inversiones equivalentes a las de solo dos días de 2017 en toda España. ¿Qué es lo que pasa?

No está bien definido el sistema de inversiones. La Zona Especial Canaria (ZEC) no funciona. Canarias es muy poco conocida en el exterior como destino de inversión. Y debe apostarse por sectores donde hay ventajas competitivas fuertes, como las renovables. En los recibos de luz de todos los españoles se paga el sobrecoste de 1.000 millones de euros de la electricidad en Canarias. En un solo año, ese dinero bien invertido en eólica y fotovoltaica podría dar cobertura al 100×100 de la demanda eléctrica de Canarias. La pregunta es por qué no se hace y por qué se sigue destinando esas rentas a que algunas empresas -en este caso, Endesa- sigan teniendo beneficios.

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