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Antonio Olivera: “No somos un país cuidadoso con la redacción de las normas”

29 de junio de 2019
Antonio Olivera, en su despacho de Las Palmas de Gran Canaria. ZEC/Angel Medina G.
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Lleva unos meses al frente del Consorcio de la Zona Especial Canaria (ZEC) y es posible que se encuentre ya en la etapa final allí. Si el PSOE, al que pertenece y cuyo programa electoral económico redactó en gran medida, conseguir formar gobierno, lo normal es que acceda a una de las carteras económicas aunque él no suelta prenda. Le dolería, eso sí queda claro, dejar atrás una entidad que conoce bien porque entró como jefe de gabinete muchos años atrás, bajo la Presidencia de Juan Alberto Martín. 

¿Le sorprendió algo en su regreso a la ZEC?

Vine con la ventaja de saber cómo funcionaba y pude ser productivo desde el minuto uno. Esto pasaba por distribuir correctamente el trabajo, creía que el vicepresidente (Pedro Alfonso) y yo deberíamos dedicarnos más a la representación institucional porque aquí hay equipos que funcionan muy bien. Lo mejor que podríamos hacer es no entorpecer esa labor, sumar y aportar. Mantener buenas relaciones con el Ministerio de Hacienda, es básico para mí, que ha servido para conseguir una mejora en el presupuesto que estaba en el proyecto de ley y que se salvará en cuanto se apruebe. Esto nos va a venir bien después de años de restricciones. POr otro lado, también atendíamos las relaciones con el Gobierno de Canarias, ahora mismo somos como una sola entidad con Proexca. Hacemos uso de sus acuerdos con Price Waterhourse Cooper (PwC) y hemos logrado un funcionamiento óptimo. Y, dentro de esas líneas prioritarias, buscábamos estrechar la confianza con los asesores fiscales, los titulares mercantiles, los empresarios, economistas, etc. Hemos conseguido estar implicados pero con discreción, hablan de nosotros aquellos que se benefician de nuestros servicios y nos conocen bien. 

Sigue siendo una asignatura pendiente lo desconocida que es la ZEC.

A nivel local, un poco menos. Pero es cierto que a nivel nacional bastante y de forma internacional es bastante insignificante. Es verdad que hasta 2015 podía parecer que no se justificaba hacer grandes campañas que generasen grandes expectativas que, a lo mejor, no se cumplían. Ahora tenemos un buen instrumento fiscal, lancémoslo a tope y pongamos la mente al servicio de facilitar los negocios en Canarias y que piensen en nosotros de la manera que hoy piensan en Irlanda, que sepan que somos un sitio con bajos impuestos y seguridad jurídica.

Pero promoción se ha hecho en medio mundo.

El presupuesto en promoción no ha sido generoso y ahora, gracias al contrato con PwC podemos llegar por primera vez a empresas importantes, relevantes en el contexto internacional, a las personas adecuadas. Nuestra idea es atar las relaciones con los prescriptores de la ZEC. Hay que ser ambiciosos, aspirar a conseguir que vengan todas las empresas cuya actividad tenga todo el sentido desplazar aquí: Tecnologías y comunicación cuanta con una lógica aplastante, el atractivo del lugar es evidente. A veces me pregunto qué habría sido de una herramienta así en manos, por ejemplo, de los catalanes

Habla de seguridad jurídica pero tenemos un severo problema con la Agencia Tributaria, con sus peculiares interpretaciones de los beneficios fiscales.

Defiendo que la Agencia Tributaria tenga su independencia, ¡faltaría más!, pero es cierto que deben existir criterios en común. Una de mis primeras visitas fue al director de la Agencia Tributaria Jesús Gascón y mantenemos reuniones frecuentes con los responsables en Canarias, buscando una buena interlocución. Aceptemos que en este país no somos muy cuidadosos en la redacción de las normas jurídicas y crean problemas que debemos atacar para reducir la inseguridad. Cada vez que detectamos algo que puede ser relevante, nos sentamos para buscar una solución. Nuestro particular criterio es que nos posicionamos en favor de la empresa si hace aquello que dijo que haría cuando fue autorizada a instalarse en la ZEC. Nuestra vía de trabajo es la prevención en esa mesa de trabajo que aborda los problemas y que trata de fijar criterios de obligado cumplimento.

Lo que pasa es que los inspectores siempre han mostrado cierta predisposición a actuar dando la sensación, a veces, de que se encuentra más cómodo en las normas homogéneas del resto de España que teniendo que aplicar algo que les desagrada. Por otro lado, como nos comentaron en una ocasión, en las oposiciones a la inspección los temas canarios son casi un apéndice, así que vienen y no saben demasiado de los impuestos hasta que empiezan a trabajar con ellos. 

Sí creo que existen unos incentivos muy perversos. La existencia de incentivos me han interesado siempre como economista. Si te pagan en función de las inspecciones y no te influye la resolución del recurso en la asignación del mismo, está claro que hay un problema. Sobre esto hay que reflexionar, a todos nos duele pagar impuestos y es una razón adicional para ser cuidadosos. Hay que perseguir a los que se escaquean, deben ser útiles en esa dirección, no para que operan en la manera que se está haciendo

En el pleno del Parlamento en que se aprobó una universidad privada, una de las formaciones que se opuso dijo que esto era un paraíso fiscal y que esa era la razón por la que se instalan instituciones académicas. Suena extraño, uno de los sectores que son bien acogidos en la ZEC son precisamente este tipo de actividad.

Me llama la atención que se diga que es un paraíso fiscal, que se dé la sensación que no existe transparencia o que busquemos atraer empresas para que no paguen ningún tipo de impuesto. Nosotros ofrecemos un incentivo en un solo impuesto y lo damos a cambio de algo. Por eso no es para todos los sectores y lo explicamos en la necesidad de diversificar la economía. Es un trato, no un paraíso, justificada por las características de las islas que tenemos reconocidas desde los tiempos de la conquista: distinta política económica en Canarias que en la península, desde el minuto uno. Pero es que todos los demás impuestos, los indirectos, el IRPF, las cotizaciones más que multiplican por cuatro lo que se ahorran en sociedades. Hay que hacer una labor didáctica para explicar bien lo que es y lo que no es la ZEC. No necesitamos apoyo para el turismo, somos muy buenos en eso y nadie tiene nuestras condiciones pero en otras cosas no es así. Y es normal y deseable que ese trabajo se haga desde las Administraciones Públicas, siendo claros, dejando sentado que no regalamos nada, que lo que hacemos es atraerlos, nos dan algo que valoramos y nosotros, a cambio, le otorgamos un incentivo. 

En la memoria del año pasado que presentaron se observa la ganancia neta que obtenemos con esta herramienta. Y algo que, quizás, no se valora lo suficiente, las empresas que se instalan son más grandes que las que están fuera y necesitamos contar con más empresas grandes como el comer.

Es fundamental. El discurso que se ha impuesto, porque políticamente da mucho rédito, es el del apoyo a la PYME pero una economía es mejor conforme más grandes sean sus empresas. Está asociado y todos los estudios que existen lo muestran, son más productivas, pagan mejor a sus empleados y resisten mejor las crisis. Las españolas grandes son iguales de buenas que las de otros países pero no son muchas y el gran paquete de empresas en nuestro país son pequeñas y medianas. Debemos conseguir aprender lo que hacen esas empresas grandes y ver de qué forma se puede transferir el conocimiento. Los salarios en la ZEC están en la media nacional

Otra de esas cosas que apenas se sabe. Pero parece que no hay manera de abrir debates sobre carencias notables de nuestra economía.

No hay ninguno en Canarias. Nadie tiene una visión pormenorizada de lo que ocurre en las Islas. Llevamos con la productividad estancada en los últimos 26 años y no parece inquietar a nadie. Lo cierto es que desde que se jubilaron José Ángel Rodríguez Martín o Antonio Macías (catedráticos en la Universidad de La Laguna) nadie lo hace. Cada vez tengo más claro que el REF debería estar diseñado para esos fines, no para seguir fortaleciendo a empresas pequeñas que no quieren abandonar su zona de confort. 

Ya, el problema es que algunos partidos, especialmente Nueva Canarias, defienden que sea una herramienta transversal de política económica, la mejor manera de vaciarlo de significado.

Debe ser el reconocimiento de que las políticas económicas deben ser distintas aquí que fuera, es lo que ha sido siempre. Aprovechas aquello en lo que eres bueno y lo potencias al máximo, obteniendo rentas que sirvan para comprar lo que necesitas en el exterior. Esta lógica se rompió y se impone otra de compensación de costes e impulso de actividad económica. Lo que hemos desarrollado bien, al hilo del Estado de Bienestar, es la parte de compensación y hemos olvidado la de impulso. Y esto genera problemas de ese tipo.

¿Qué le gustaría que ocurriese con la ZEC?

Es el gran incentivo que hesitamos para los tiempos que nos tocan vivir. Así que debe tener una mayor proyección internacional, que no es mala. Los técnicos de la casa son buenísimos y se han valido para traer 144 proyectos, el 70% de fuera, no está nada mal, porque son más eficaces que agencias que andan por ahí ofreciendo los servicios. Pero se puede mejorar esa conexión con Proexca para mejorar estas cifras. Y mucho apoyo, claro. Es que no se puede ir por ahí a buscar empresas y luego encontrarse con un lío de licencias que hace que a quien atraes te formule reproches. Debería existir un consenso como el que se ha dado en los incentivos al cine, todo el mundo está alineado y existe agilidad administrativa. Definamos cinco sectores y hagamos lo mismo. 

Sin contar con los problemas de suelo

Es otro problema, si no tienen el suelo a nosotros no nos gusta hacerles perder el tiempo. No tiene una solución sencilla, la Ley del Suelo iba a resolver esto pero no ha sido así. Antes todos se quejaban de la COTMAC pero decidía. Ahora, al situar la responsabilidad de la decisión en otro punto, el asunto ya no avanza. No podemos seguir funcionando así.

Hablábamos antes de que actuamos en un solo impuesto pero quizás, si de verdad buscamos un nuevo impulso, habría de actuar también en el IRPF: Hay países muy agresivos en este campo.

Es una cuestión a la que le he dado alguna vuelta, es interesante porque consigues una mejor capacidad directiva y atraes actividades de cierto peso. Hicimos un trabajo para saber cómo aprovechar mejor el Brexit en las actividades financieras y, efectivamente, las rentas del trabajo era algo que nos beneficiaría. Se hizo en su día con el fútbol (Ley Beckham) pero conviene valorarlo mucho, no dejan de ser personas que ganan mucho y que se ahorran impuestos. Por otro lado, es que si no, no vienen. 

Pero es que con conseguir que vaya un par de tardes a las Universidades para explicar lo que hace y cómo lo hace ya habrá hecho una contribución tan o más importante que los impuestos que deje de pagar. 

Sus equipos se beneficiarían, esa transferencia de conocimiento es importante. Pero, insisto, soy partidario de abrir debates y alcanzar consensos. 

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