Los pueblos se parecen a sus referentes de ficción, los norteamericanos tienen al Capitán América; los argentinos a Mafalda.
Maximiliano: Mayo, se murió Quino. ¿Qué opinas de Mafalda?
Mayo: Es un mal ejemplo para la juventud, ya que Quino muestra todos los prejuicios progres como valores, prejuicios que, asumidos por la sociedad, es lo que termina siendo la causa de su propia ruina. La tira se muestra manifiestamente en contra de los políticos, pero el pensamiento de Mafalda, y mucho más el de Libertad, es el mismo que el que critica Mafalda con sus continuas quejas. La mujer femenina que ama la familia tradicional, que es Susanita, es presentada como una frívola más o menos boba. Manolito, que es mal alumno en la escuela, pero bueno en matemáticas, es presentado como un burro insensible. Felipe, que es un pusilánime miedoso, es el que ama Mafalda y presentado como el ideal de bondad y honestidad. Los comerciantes siempre son malos y aumentan los precios por su avaricia desmedida. El padre de Mafalda, un mediocre que es presentado como símbolo de honestidad, es decir, el típico postulado progre de que quien no tiene plata y solo puede comprarse un Citroën 2CV, es un ejemplo moral, y quien a contrario sensu tiene mucho dinero y un auto lujoso, es en realidad un inmoral que hizo su fortuna de una forma inescrupulosa, nunca por mérito propio. No hay progreso intelectual ni material en la familia de Mafalda, pasan los años y no aprenden nada de la experiencia, están siempre igual y siempre quejándose, lo que supone que son víctimas no responsables de su propia decadencia y estancamiento. Una situación estática es entendible en una historieta que dura un año o dos, pero en una que dura diez años debe haber un progreso que en Mafalda no existe. La familia Simpson es también una familia mediocre, pero transmite alegría y espíritu familiar, cosa que no sucede con Mafalda. En síntesis, Mafalda es una gran historieta en términos lúdicos, hecha por un excelente dibujante, pero es moralmente nefasta. Representa, como el tango, el culto idolátrico del quejoso, melancólico y fracasado sobre el exitoso, alegre y valiente. Mejor ejemplo para la juventud es la historieta chilena Condorito, que mundialmente tuvo tanto o más éxito. Que Mafalda haya triunfado se debe a que el argentino es como Mafalda y no como Manolito, que es presentado como un mediocre, pero que en realidad es el único en la tira que no lo es. Si la tira fuera norteamericana, el protagonista sería Manolito y no Mafalda; el fracaso de la Argentina y el éxito del gran país del norte de alguna forma se cifra en esta aparentemente pueril circunstancia.
