cabecera_new

Sin competencia, no bajará el precio de la gasolina

29 de agosto de 2021
portadagasolina
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on linkedin
LinkedIn

La entrada de estaciones de servicio low cost ha reducido los precios en Tenerife y Gran Canaria, pero no están presentes en las llamadas islas verdes, pese a que hay estudios que apuntan a que serían una posible solución.

Se producen periódicamente las quejas desde las islas de El Hierro, La Gomera y La Palma por el precio que pagan por llenar el depósito del coche y a la perplejidad le sigue, aunque no siempre, la formulación de posibles recetas que lo remedien, aunque estas podrían incluso agravar el problema. En estas islas, los precios del combustible han llegado a máximos que no se veían desde hacía años y lo que es más sangrante, con una diferencia respecto de las capitalinas que puede trepar hasta 42 céntimos más por litro. Un veraneante de Tenerife se sorprendía hace pocos días de ver que el litro de 98 estaba a 1,43 euros, con lo que había gastado en total 24 euros más al repostar su vehículo. La explicación conviene no buscarla por el lado de la lejanía, el transporte o la falta de ayudas, sino más bien en la escasa competencia. El remedio no está, como en tantas situaciones complejas, a la vuelta de la esquina, pero ante esta situación tenemos por un lado el debate político, por otro los estudios de los que se sientan a analizar el problema y, allá en el fondo, los que sufren las decisiones de los primeros y les toca pagar siempre la factura de sus errores.

Canarias es la zona de España con mayor experiencia liberalizadora en este sector, ya que cuando había en la Península solo una operadora, la estatal Campsa (hoy Repsol), los isleños tenían un menú variado, que incluía otras marcas, privadas. Pero, al mismo tiempo, tiene el problema de ser un mercado pequeño y cerrado, sobre todo en esas islas occidentales. La operadora históricamente relevante, Disa, dispone de más de un 40 por ciento de la cuota de mercado en estaciones de servicio y, además de ello, con una concentración de oferta notable, sobre todo en las islas como El Hierro y La Gomera, donde constituye un monopolio. En La Palma su incidencia es algo menor, pero sigue siendo alta, con un índice de Herfindahl-Hirschman superior a 0,43 (o 4.300 puntos, según se mida, entre un 0 de competencia total y un 10.000 de monopolio). Este índice informa sobre la concentración económica de un mercado, o sobre su nivel de competencia, visto de otro modo. Así, en los últimos años, el aumento de precios (contando desde 2006) ha presentado amplias disparidades entre islas: mientras que la gasolina 95 y el gasoil aumentaron en torno al 30% en Tenerife, en El Hierro este aumento medio superó el 68%. Y la evolución de los precios a lo largo del periodo señala cambios tendenciales hacia el año 2015, periodo en el que se suman el cierre previo de la refinería, cambios en los beneficios fiscales que recibían los tributos y algunas modificaciones impositivas. Los datos provienen del estudio “Evaluación de los mercados minoristas insulares de hidrocarburos para automoción en Canarias y la conformación de precios finales, con especial incidencia en la doble insularidad”,de los economistas Juan Luis Jiménez (Ulpgc) y Jordi Perdiguero (Universidad Autónoma de Barcelona), fruto de un encargo que les hizo el gobierno autonómico antes de la pandemia y que fue entregado en la segunda mitad del año pasado, mientras que en febrero de este año fue presentado en el parlamento regional.

La similitud entre comportamientos de mercado fue prácticamente perfecta con las Islas Baleares, lo que justifica así una de las bases del análisis descriptivo, que no es el primero de Jiménez y Perdiguero, puesto que no se han metido por primera vez en tema, sino que tienen tres trabajos específicos sobre el mercado canario (en 2009, 2012 y 2018) y tienen un papel protagonista entre los autores de la bibliografía existente sobre este asunto en los estudios económicos españoles. En esta comparación, los resultados señalan que, a partir de 2015, las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro presentan unos precios que se incrementan sustancialmente respecto a Baleares, “en tanto que en el resto de islas son relativamente similares como se ve en este gráfico:

Los resultados del estudio parecen apuntar a que los operadores de estos tres mercados insulares han aumentado de forma significativa sus márgenes de distribución en los últimos años.

En el momento de presentar el trabajo en el Parlamento de Canarias, el representante de un grupo político se mostró partidario a la subvención para atacar el problema: “Lo que usted no sabe es que vender en esas islas es que es difícil, porque hay poca demanda”. Pero la respuesta de Jiménez era inapelable: “Es cierto que hay poca demanda, pero eso también pasaba en los años anteriores y los precios, sin embargo, eran similares”. Otras voces apuntaban a que estas islas quedan lejos de los puntos de almacenamiento (en Tenerife, mayormente), pero la respuesta era similar: esos costes de transporte también los tenían antes e incluso podría decirse que el transporte es hoy más fluido que en aquellos años. “Y si así fuera, ¿qué pasa con Lanzarote, que está mucho más lejos que El Hierro de Tenerife y esto no pasa? Es un argumento no se sostiene”, explica Jiménez. A su juicio, lo que sucede es que hay una empresa dominante, Disa, que ha ido perdiendo paulatinamente peso en Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura “y lo que ha hecho es en los mercados donde hay menos competencia maximizar beneficios a través de las islas pequeñas, que pagan lo que está dejando de ganar en las otras islas”. La exposición ante el parlamento no convenció a algunos que creen que la solución a todo es la subvención y que el Gobierno de Canarias podría hacer dos cosas: bajar el impuesto indirecto y poner el IGIC a un tipo menor, para que así baje el precio final al consumidor, o bien otorgar una subvención al transporte del combustible. Pero los autores del estudio no creen que sea realmente el camino adecuado.

NO A LAS SUBVENCIONES

“En cualquiera de los dos casos, tenemos absolutamente claro que ese importe quedará en manos del operador y no hará su traslado al precio para reducirlo”, afirman. ¿Por qué no? Por la reducida competencia en ese mercado de las llamadas islas verdes y, además, porque la subvención ya se ha aplicado y no produjo estos resultados. Citan entonces el caso de Chile, país en que redujeron el IVA a los hidrocarburos, pero que no se tradujo al precio: la demanda de este producto es muy inelástica y lo único que hizo fue aumentar los márgenes de beneficio del distribuidor.

Las diferentes estimaciones señalan que los factores que hacen que las estaciones de servicio vendan más barato son, principalmente, la competencia de las marcas rivales situadas en un radio de menos de tres kilómetros (cuanto más cerca, más intensa la competencia) y la presencia de compañías low cost e independientes. Igualmente, se observa cómo las gasolineras low cost son las que fijan precios más reducidos, en parte gracias a que no están integradas verticalmente, aspecto que les permite adquirir el combustible en el mercado mayorista de forma más competitiva. Un mayor porcentaje de operadores low cost, “que fijan precios significativamente más bajos y generan descensos en los precios del resto de gasolineras que se encuentran alrededor, sería una de las medidas que ayudaría a reducir los precios”, afirman los autores. La eliminación “de barreras legales, especialmente en el nivel local”, que faciliten la entrada de este tipo de operadores, puede ser también especialmente relevante.

Cabe recordar que hace cinco años (en abril de 2016, con el voto del Partido Popular) el Cabildo de Gran Canaria se manifestó por unanimidad en contra de la entrada de gasolineras low cost a la isla, con el socorrido argumento de que “atentan contra la creación de puestos de trabajo”. El prejuicio ideológico, finalmente y pese a esa votación no se impuso y hoy en Las Palmas de Gran Canaria tienen un éxito notable las gasolineras sin personal, con bajos precios y de operación automática, algo de lo que se benefician los consumidores de Gáldar también, con precios que reflejan de inmediato el efecto de la competencia, porque las diferencias al cliente final llegan hasta el 10 por ciento.

Por el lado de los subsidios, los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma de Canarias para 2020 incluían una partida específica de 1,5 millones como “ayuda para el transporte de combustible” hacia las tres islas “verdes”, a lo que se sumaba que un grupo parlamentario solicitase en enero de 2020 dejar exenta de tributación la entrega de combustibles a mayoristas en esas islas, lo que supondría dejar de recaudar cuantías aproximadas superiores a los 10 millones de euros. Pero “ambas intervenciones públicas han sido paralizadas a raíz de los resultados del trabajo”, afirma Jiménez.

Un dato a tener en cuenta, por otro lado, es la paradoja de que, allá por 2014, todos los cabildos insulares aumentaron la imposición a los carburantes de 0,79 a 2 céntimos de euro por litro, excepto La Palma, La Gomera y El Hierro. Pese a ello, los precios en ellas siguieron aumentando.

Debido a estos antecedentes, “se debería ser extremadamente cauto con la concesión de beneficios fiscales o ventajas para las empresas ya instaladas en las islas occidentales dado que, presumiblemente y basándonos en el poder de mercado de que disponen, la traslación de cualquier ayuda pública implementada hacia los consumidores podría ser reducida”, subrayan. O, dicho de otra forma, las empresas que operen en mercados concentrados tendrían mayor probabilidad de apropiarse de parte de las ventajas fiscales, lo que incrementaría sus márgenes de distribución.

Insisten entonces en que se debe facilitar y promover la entrada de operadores low cost, dado que son las únicas empresas que generan una mayor competencia en el mercado, principalmente porque tienen una estructura de costes menor, relacionado con la relación vertical y la posibilidad de comprar la gasolina de forma competitiva en el mercado. De hecho, tradicionalmente los operadores low cost tienen una relación vertical independiente. La posibilidad de que los operadores puedan elegir suministrador mayorista de forma competitiva y no se vean obligados por contrato a adquirir la gasolina a un determinado operador mayorista, “puede hacer disminuir de forma significativa los costes y por lo tanto los precios finales que pagan los consumidores”.

EL CAMBIO DE 2014

En el análisis de Jiménez y Perdiguero se ha puesto el foco por provincias, por islas, por comarcas y por cada estación de servicio, para llegar a la conclusión de que lo que más afecta al precio es la competencia. “Hemos comprobado que la subvención al transporte no va a reducir los precios y se quedará en manos del único operador”, aseguran, al tiempo que expresan que “ser grande no es ser malo, pero puede generar malos resultados”, porque desde que Disa absorbió los activos de Shell en las islas “aumentó el poder de mercado” y se mantuvo al margen, en las islas “verdes”, del cambio sustancial vivido desde 2014, con la aparición de operadores independientes, en especial en Gran Canaria y Tenerife, aunque también en menor medida en Lanzarote y Fuerteventura. “El poder de mercado de esa empresa ha ido retrocediendo en los últimos años, a excepción de estas islas occidentales no capitalinas”, dicen.

“Es difícil mejorar el mercado”, reconocen, pero la solución llegaría por el lado de fomentar la competencia. Es cierto que nadie quiere una estación de servicio cerca de su casa y se ponen dificultades a ello, por sus externalidades negativas, pero creen que la administración tiene margen para reducir las barreras legales de manera tal que entren a operar nuevas compañías, como las que ofrecen estaciones de servicio desatendidas, que son una opción muy razonable para poder reducir efectivamente los precios y que harían que los consumidores y empresas de La Gomera, El Hierro y La Palma no vean año tras año cómo pierden competitividad por el lado de los costes de combustibles.

Consiga acceso al contenido completo: