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¡Cuidado, que viene Amazon!

13 de septiembre de 2021
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Llevamos años de quejas por el “no se envía a Canarias”, quejas muy justificadas, porque ponen de manifiesto que a la hora de comprar por internet hay una clara desventaja si se hace el pedido desde las Islas. La otra cara del mismo asunto es lo extremadamente difícil que es vender online desde aquí, algo que no es tan sabido porque afecta a menos personas, pero que es igualmente preocupante. Sin embargo, ante la noticia del posible establecimiento de uno o dos centros logísticos de Amazon en el Archipiélago, todo esto parece haber sido olvidado por algunos, valiéndose de visiones muy sesgadas, a la vez que indocumentadas acerca de cómo funciona el comercio.

Algún tuitero ya ha sentenciado, con colores blanco y negro, aunque sin la marcha fúnebre de Chopin: “La muerte del pequeño comercio”. Es lo que cabe esperar de esos sectores que también se resisten, por ejemplo, a la libertad de horarios comerciales, algo que, por ejemplo, solo rige en la ciudad de Las Palmas de manera intermitente –solo en otoño e invierno– y parapetada la medida administrativa detrás de la excusa de la temporada de cruceros, incluso en esos meses de pandemia en que no llegó ninguno. Pero resulta que no quieren o no saben darse cuenta es de todo lo bueno que, de concretarse, podría aparejar la llegada de Amazon a Canarias.

Por supuesto que su presencia no sería inocua y ocuparía un lugar en el mercado que podría desplazar a algunos otros actores, sean estos el pequeño comercio, el mediano o el grande. Pero no lo haría, para empezar, por la fuerza, sino a través de los actos voluntarios de aquellos que empiecen a comprar en Amazon si por fin empieza a funcionar aquí un servicio como Prime, que garantiza envíos rápidos y en muchos casos a coste cero. La experiencia de comprar online en algunas muy reputadas librerías de Gran Canaria, por ejemplo, es muy frustrante y no estaría nada mal que recibiera su justo castigo por parte del público si ahora aparecen alternativas.

Por otro lado, al margen de los cientos de empleos que puede generar a su alrededor –esa parte la dejo para los políticos el día de la inauguración–, hay que pensar que el mayor y más rápido acceso a miles de bienes tiene siempre un efecto beneficioso en la economía, al mejorar su competitividad, aumentar la productividad y fomentar la especialización en algunos sectores que por la lejanía lo tienen bastante difícil. Si algo ha quedado demostrado en sus años de vida, es que las innovaciones impulsadas por Amazon le han cambiado la vida a millones de personas que compran y venden productos online, alojan y utilizan sitios web, consumen noticias, libros y películas y esperan una entrega rápida y responsable como estándar para hacer negocios.

Si tenemos en cuenta que uno de cada tres autónomos canarios se dedica al comercio, “cinco puntos más que la media nacional”, según la Asociación de Trabajadores Autónomos, la aparición del centro logístico de Amazon, junto con su propio marketplace abierto a los pequeños vendedores podría resultar una combinación exitosa para todos aquellos que se sienten frustrados por no poder enviar sus productos a clientes de la Península o de otros países. Es cierto que tendrán que vencer las dificultades derivadas de un Régimen Económico y Fiscal que supone una verdadera losa pese a las sucesivas promesas de los responsables políticos de que están haciendo lo posible para que así no sea.

Otra de las consecuencias de la llegada de Amazon sería una notable mejoría en los procesos de venta online de las propias empresas que ya lo hacen desde aquí para la gente de aquí. Si bien algunas de ellas dieron un salto bastante notable durante el periodo de confinamiento, todavía hay mucho por hacer en este campo y la llegada de un actor tan potente resultará un formidable estímulo tanto para aquellos que ya se han lanzado a vender desde sus portales web como para aquellos que todavía no lo hacen.
Y un añadido más: si de veras la empresa de Jeff Bezos orienta parte de su actividad en las Islas hacia África habrá hecho mucho más que nadie en décadas de anuncios, misiones comerciales y discursos de políticos que no se concretan nunca en nada, a pesar de hablar tanto de tricontinentalidad. Puede que el establecimiento de un centro logístico de Amazon no llegue a hacerse realidad y que la noticia no sea más que una serpiente de verano, pero no estará de más conjeturar con que efectivamente así puede ser y soñar con todo aquello que nos puede beneficiar.