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La Sanidad se deteriora por no utilizar todos los recursos disponibles

31 de diciembre de 2022
Juan Abarca
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La experiencia profesional y formativa  de Juan Abarca Cidón (Madrid, 1971) abarca desde la medicina familiar hasta la gestión sanitaria lo que le proporciona  una voz autorizada para hablar de la sanidad. Además de presidir uno de los grupos hospitalarios más importantes del país en 2019 fue elegido presidente de la Fundación para el Desarrollo e Integración de la Sanidad por lo que en La Gaveta hemos querido preguntarle sobre el presente y el futuro de la sanidad. 

 

¿Tenemos en España, como se dice y figura en algunos rankings, uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo?

 

El Sistema Nacional de Salud progresivamente se ha ido deteriorando por las insuficiencias, la inadecuación a las necesidades sociodemográficas y sus consecuencias de la población y la no utilización estratégica de todos los recursos disponibles del sistema, públicos y privados. Es imprescindible hacer una evaluación del mismo y reformar o refundarlo en base a un pacto de Estado inclusivo que involucre a todos los agentes implicados tomando como base, por ejemplo, los 10 principios que desde la Fundación IDIS dejamos expuestos en el Manifiesto que propusimos a la sociedad y que ha sido ratificado por sus principales representantes y decisores. 

 

¿La pandemia funcionó como un test de estrés del sistema sanitario?

 

Sin duda; y las consecuencias las hemos visto y las seguimos padeciendo. El Sistema Nacional de Salud se desbordó y continúa con problemas de acceso, de equidad, de cohesión y de falta de recursos, estructuras e infraestructuras de todo tipo que hace que los pacientes y la sociedad en su conjunto vean en la sanidad pública uno de los principales problemas de los que preocuparse, tal y como indican las últimas encuestas. 

 

En lo más duro de la crisis sanitaria incluso hubo un mando único… ¿funcionó? ¿Se infrautilizó la aportación que podía realizar el sector privado?

 

Ese mando único efectivamente se implantó y trató de coordinar los recursos del sistema, pero las circunstancias fueron las que todos conocemos, un sistema público de salud roto, sobresaturado y con carencia de medios. Cada comunidad autónoma utilizó el sistema privado como consideró oportuno, hubo territorios en los que se utilizó y otros no tanto, en general podemos decir que se infrautilizaron en un momento en el que el sistema sanitario público estaba sobresaturado y con una carencia evidente de medios. Es imprescindible resaltar la aportación ingente de la sanidad de titularidad privada al abordaje de la pandemia atendiendo a más del 20% de los pacientes; desde luego que, sin ella, el sistema público de salud hubiera sido más insuficiente todavía. 

 

¿Cómo vivió la pandemia como médico y gestor sanitario al frente de uno de los grupos hospitalarios más importantes del país?

 

Con dedicación absoluta, poniendo al servicio de la pandemia todos los recursos del Grupo asistencial que presido y con enorme preocupación y tristeza por las vidas que se perdieron no solo como consecuencia directa del virus, sino también por las consecuencias indirectas del mismo debido a la paralización de la actividad sanitaria normal. Ha sido una gran tragedia, cuyas consecuencias todavía colean ahora, una vez incorporado el virus a los procesos respiratorios habituales como es el caso de la gripe y la bronquiolitis producida por el Virus Sincitial Respiratorio.

 

Si volviera a ocurrir algo similar, ¿se han incorporado las mejoras para afrontar de forma más eficaz una crisis sanitaria?

 

No. Tengo mis dudas de que hayamos aprendido la lección. Una experiencia tan dolorosa y trágica debería habernos hecho cambiar y dar un giro de 180 grados en nuestra forma de hacer y proceder, pero esto no es así; la sanidad está politizada e ideologizada en exceso, hay muchos intereses sectoriales y esto genera atavismos y rémoras que van en contra del interés general de nuestra sociedad. Para afrontar de forma más eficaz una crisis sanitaria se aprobó el plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y posteriormente se anunció dentro de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) el PERTE para la salud de vanguardia, proyecto aprobado en el Consejo de Ministros del 30 de noviembre de 2021, con una relevante inversión prevista y cuya finalidad, en palabras del Gobierno, es “realizar una transformación del sector salud con acciones en las que la ciencia, la innovación y la digitalización vayan de la mano para afrontar los nuevos retos sanitarios” y respecto al mismo seguimos a la espera.

 

La sanidad pública es un pilar del Estado del Bienestar, ¿cuál es el papel que debe ocupar la sanidad privada en la sociedad?

 

El que está relacionado con su idiosincrasia y posicionamiento, ser un complemento estratégico del sistema público, trabajando codo con codo en pos de afrontar los enormes retos que tenemos por delante y que nos plantea ya el presente y, por supuesto, el futuro. La sanidad de titularidad privada congrega ya a más de 12 millones de asegurados y ello es debido a los resultados sanitarios en términos de acceso, eficiencia, calidad, seguridad, resolución asistencial y experiencia de paciente entre otros con una visión personalizada de la asistencia sanitaria en la que la innovación ocupa un papel clave.

 

El debate sanitario se encuentra viciado por cierto maniqueísmo cuando se defiende la sanidad pública en contraposición a la privada. En un asunto tan importante, ¿cómo enmarcarlo en términos más racionales y menos ideológicos?

 

Normalizando su existencia, estableciendo escenarios de colaboración y cooperación estratégica, trabajando conjuntamente en beneficio de la sociedad; en definitiva, sumando esfuerzos y recursos y multiplicando voluntades, alejando todo tipo de connotación ideológica, politización e incluso falsa confrontación asentada en eslóganes y demagogia interesada. 

 

Usted preside la fundación IDIS en la que confluyen las principales empresas del sector, desde grupos hospitalarios hasta aseguradoras pasando por laboratorios, ¿qué proyectos llevan a cabo desde la fundación?

 

El Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad es la plataforma que trabaja para que haya una mejor sanidad para todos. En él conviven armónica y estratégicamente todos los agentes sectoriales de este país y realiza una tarea de denuncia de las debilidades de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) a través estudios y análisis que aportan datos objetivos y rigurosos, siendo a la vez tractor de estrategias que mejoren el sistema como es la generación de una plataforma de interoperabilidad y continuidad asistencial (Hermes) cuya intención es involucrar a todos los agentes implicados en el hecho asistencial sanitario y sociosanitario (social), el impulso de la calidad asistencial mediante nuestro reconocimiento Quality Healthcare (QH) o la publicación de los resultados sanitarios y de salud mediante nuestro informe RESA, entre otros.

 

Los últimos datos reflejan un aumento de las listas de espera en la sanidad pública mientras la conflictividad laboral va en aumento, ¿es el momento de apostar por una verdadera colaboración público-privada?

 

Siempre es el momento de plantear, impulsar y proyectar escenarios de cooperación privada-pública. Ante un futuro marcado por el envejecimiento poblacional, el aumento de la esperanza de vida, la cronicidad y la comorbilidad de diversas patologías en el mismo individuo solo puede haber una resultante: el incremento exponencial de la demanda y presión asistencial. Y como la enfermedad no admite demoras es imprescindible una colaboración continua y exigente utilizando todos los recursos de los que dispone el sistema; tan importante es aprovechar la colaboración público privada como aprovechar adecuadamente todos los recursos disponibles independientemente de su titularidad, recursos que como he comentado, hoy por hoy, están infrautilizados. 

 

También en el sector privado han trascendido quejas por las retribuciones que reciben los sanitarios por parte de las aseguradoras… ¿hay que repensar también este modelo?

 

Sin duda, hay que repensar y replantear el modelo realizando un estudio en profundidad de las posibilidades para mejorar la retribución de nuestros profesionales en un entorno cada vez más competitivo por las amenazas de fuera y por la propia competitividad interna. Solo conociendo las debilidades y amenazas, las fortalezas y oportunidades es como seremos capaces de plantear una respuesta estratégica adecuada y específica. 

 

Cada vez hay más facultades de medicina, pero faltan médicos, hay estudios que apuntan a que muchos médicos no quieren trabajar en España y buscan trabajo en otros países ¿qué está fallando?

 

El gap viene determinado por la falta de previsión, de visión de futuro y de medidas interpuestas a tiempo. Por otro lado, la consideración del profesional sanitario como funcionario hace que la incentivación salarial y de desarrollo de carrera profesional e investigadora se vea menoscabada. Es necesario fomentar una gestión que favorezca el reconocimiento al esfuerzo y el cumplimiento de objetivos cuantitativos y cualitativos de experiencia de paciente que sea motivadora y fomente la retención y captación del talento. 

 

Otro problema que vemos en los últimos meses es el desabastecimiento de ciertos medicamentos en las farmacias, ¿qué está pasando?

 

Lo que puede estar ocurriendo con el desabastecimiento puede ser algo puntual, fruto del incremento de la demanda por la estacionalidad y de aspectos relativos a la previsión y el estocaje. Me parece más significativo el problema del acceso a las innovaciones de fármacos aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y que tardan en llegar al paciente en nuestro país por encima de 500 días debido a múltiples factores, entre ellos, los relativos a la burocracia asociada a la comercialización en España. Esta inequidad con respecto a los países de nuestro entorno, asociada al hecho de que buena parte de las guías terapéuticas están obsoletas, sin renovar, hace que vivamos una situación a todas luces mejorable, diría más, intolerable pensando en el sufrimiento y consecuencias que generan enfermedades crónicas de enorme impacto como puede ser el caso del cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las respiratorias o las neurodegenerativas entre otras.

 

Los funcionarios, que pueden elegir entre una aseguradora privada o la asistencia pública, se decantan mayoritariamente por la privada. ¿Sería viable ampliar la mutualización del sistema a otros sectores?

 

El Mutualismo es un modelo absolutamente asentado, eficiente y altamente reconocido por sus usuarios y aporta evidentes ahorros a las arcas públicas, una vez que la cápita es sensiblemente inferior a la que repercute el Sistema Nacional de Salud, teniendo en cuenta que el sistema privado tiene que aportar al mutualista y sufragar el gasto del mismo catálogo de prestaciones y servicios que el ofertado por la sanidad de titularidad pública. Respecto a la posibilidad de la ampliación, es una cuestión de voluntad política del gobierno autonómico y nacional. Desde la Fundación IDIS lo que promovemos es la gestión eficiente del SNS para aprovechar al máximo todos los recursos disponibles, ya sea a través de fórmulas de gestión pública o mediante fórmulas de gestión privada, es decir no nos importa tanto la fórmula como el hecho de la gestión sea eficiente y se obtenga el mejor resultado. Queremos la mejor Sanidad para todos y por ello la Fundación IDIS surgió como una plataforma integradora cuya misión principal es contribuir a conseguirlo.